lunes, 10 de marzo de 2014

SALVAMENTO EN MEDIO ACUATICO

Accidentes en el agua

Cada año en todo el mundo se producen muchos accidentes relacionados con el medio acuático, ya sea en playas, piscinas, ríos y lagos, e incluso en las bañeras de las propias casas.
Los accidentes relacionados con el agua son una de las principales causas de mortalidad en niños de entre 1 y 4 años, y muchos de estos accidentes y ahogamientos se pueden tratar a tiempo con una actuación rápida y acertada.
Las técnicas del salvamento marítimo entran dentro de la categoría de primeros auxilios, cualquiera con la formación adecuada puede llevar estas actuaciones a cabo correctamente y evitar así disgustos mayores.

Causas de ahogamiento en el medio acuático

En ocasiones se suele pensar que una persona solamente se puede ahogar porque no sabe nadar, pero esta situación se da muy pocas veces. En la mayoría de ocasiones suele haber una causa principal, por lo que se deben conocer para imaginar las posibles situaciones que se puedan encontrar a la hora de abordar el salvamento de la víctima:
  • Hidrocución (corte de digestión): el shock por hidrocución se produce al entrar en contacto con agua muy fría y provocar un desajuste térmico que el cuerpo no puede compensar y la víctima, entre otras cosas, pierde la consciencia y se hunde.
  • Alcoholismo: la embriaguez provoca falta de concentración y escaso control de los movimientos.
  • Enfermedades: una persona previamente enferma (epilepsiaenfermedades cardíacasrespiratorias, etcétera) puede sufrir una crisis cuando está dentro del agua y ahogarse.
  • Traumatismos: sobre todo con los juegos, las zambullidas son una de las principales causas de lesión medular en piscinas.
  • Imprudencias: el error de sobrevalorar las capacidades personales hace que se cometan imprudencias, como introducirse en el agua en condiciones peligrosas, como en caso de fuerte oleaje o corrientes intensas.
  • Desconocimiento: en ocasiones, el no conocer la zona donde nos estamos bañando es lo que la hace más peligrosa.
  • Avistamiento y aproximación a una víctima de ahogamiento

    El avistamiento sucede cuando se observa en la distancia a alguien en el agua que muestra señales de estar en problemas, o cuando se ha presenciado un suceso y la víctima necesita ser auxiliada.
    En el momento en que se produce un avistamiento es necesario hacer una composición del lugar, es decir, analizar el entorno, los recursos de los que se dispone (material de socorrismo, etcétera), el estado de la víctima y qué técnica se usará para el rescate. Es fundamental observar el estado del mar -si es una playa-, ya que si es demasiado peligroso puede ser necesario aproximarse con una embarcación y no poner en peligro una vida más.
    Otro punto a tener en cuenta es no perder de vista a la víctima. Si es un pasajero que se ha caído de la embarcación, debe haber alguien señalando permanentemente el lugar donde se ha caído.

    Aproximación a la víctima de un ahogamiento

    Una vez hecha la composición del lugar, se decidirá la manera de aproximación a la víctima de ahogamiento. Las entradas al agua se pueden hacer de diversas maneras:
    • De cabeza: esta maniobra permite llegar a la víctima con rapidez, pero solo es recomendable en piscinas profundas y aguas claras donde se pueda visualizar el fondo. No se realizará en aguas turbias o muy sucias.
    • Brazos en cruz con una pierna adelantada: se realizará en casos de aguas turbias donde no se vea a través. Los brazos y la pierna adelantada indicarán la presencia de obstáculos.
    • Sentados: en caso de víctimas de las que se sospecha lesión de espalda, la entrada al agua debe ser suave, sin crear mucho movimiento para evitar que el accidentado realice movimientos que sean más perjudiciales para la lesión.
    • De pie: esta técnica es recomendable para lanzamientos desde gran altura.
    • Progresivo: en playas o lagos donde la profundidad vaya en aumento se entrará corriendo hasta que el agua alcance una altura donde se pueda nadar con comodidad.
    • Desde una embarcación: en este caso se debe tener en cuenta la velocidad y la dirección a la que va la embarcación. La zambullida será en dirección a la marcha y sin introducir la cabeza. Cuidado especial con las embarcaciones de hélices.
    Una vez el socorrista se encuentre a tres o cuatro metros de la persona a auxiliar comprobará si está consciente y es capaz de seguir órdenes. Es peligroso establecer contacto físico, pues la víctima suele estar alterada y buscará en el auxiliador un punto de apoyo para mantenerse a flote, poniendo en peligro ambas vidas. Ante todo, se ha de mantener la calma e intentar tranquilizar a la víctima. Si se observa que está inconsciente, el socorrista se aproximará y realizará la técnica de salvamento conveniente.

Remolque y técnicas de salvamento acuático

El objetivo del remolque es arrastrar a la víctima a la zona que previamente se ha determinado para su atención. Aunque existen distintas técnicas de salvamento, todas ellas tienen en común unas características concretas:
  • El remolque se hará de manera que evite agravar las posibles lesiones que puedan existir.
  • La cara de la víctima en todo momento debe estar fuera del agua.
  • Se debe ir siempre comprobando su estado, por si recupera la consciencia o surge algún cambio.
  • El remolque, independientemente de la técnica, debe permitir al auxiliador un nado eficaz y lo más rápido posible.

Técnicas básicas de salvamento acuático

Una vez analizado el lugar y la situación del accidentado, y comprobado que el auxiliador es capaz de llevar a cabo el salvamento con éxito, es hora de decidir la técnica más apropiada para cada caso. Algunas de las situaciones que pueden aparecer son:

Si la víctima está inconsciente:

  • Mano-nuca: esta maniobra consiste en coger con una mano a la víctima por la nuca, de manera que se sostenga la cabeza hacia arriba. El brazo que le agarra queda en ángulo recto mientras que con el otro da brazadas. Se recomienda para personas inconscientes y no muy pesadas.
  • Hombro axila: se trata de pasar un brazo por encima del hombro del accidentado y agarrar la axila contraria, permitiendo al socorrista nadar, o bien de espaldas apoyándole en el pecho, o bien de lado con apoyo en la cadera. Esta técnica de salvamento es útil con personas inconscientes y pesadas.
  • Maniobra de torno: es complicada y se utiliza en casos de sospecha de lesión de columna. El auxiliador se coloca a la espalda de la víctima, un brazo forma una línea recta a lo largo de su pecho y la mano le agarra el mentón. Con la otra mano sostiene la nuca y parte posterior de la cabeza. Una vez así, el socorrista aprieta firmemente a la víctima contra su pecho y nada de espaldas con patadas alternas. El objetivo es que el cuello y el tórax queden alineados para, una vez llegada la camilla, colocarle en ella con los menos movimientos posibles.

Si la víctima está consciente:

  • Si la víctima puede seguir órdenes y es capaz de escuchar ella misma, nos indicará la manera más cómoda para ambos, ya que se podrá tener en cuenta las posibles lesiones que presente.
  • La víctima está fuera de control presa del pánico y no es posible establecer una comunicación. Esta situación requiere una maniobra de inmovilización para proteger al socorrista, y una vez inmovilizada la víctima, se le remolca y se le intenta calmar. Para inmovilizar, la técnica más sencilla es ponerse a su espalda y rodearle por la cintura con un brazo. La víctima se agarrará al brazo desesperadamente, y el socorrista con su otra mano coge por los dedos el brazo que tenga encima, rompiendo así la presa. Este brazo se le colocará a su espalda, quedando así la víctima de espaldas, con un brazo detrás inmovilizado e incapaz de causar lesiones o ahogar al socorrista. De esta manera se le podrá remolcar mientras que se le intenta tranquilizar.

    Sacar a una víctima de ahogamiento del agua

    Si nos encontramos en una playa, lago o río, al llegar a la orilla se llevan a cabo procedimientos de primeros auxilios para resolver otros problemas, como lesiones traumáticas,heridas… o una parada cardiorrespiratoria.
    En caso de que el accidente ocurra en piscinas, la técnica para sacar a la víctima del agua si ésta está inconsciente consiste en:
    • Colocar los dos brazos de la víctima en el borde, completamente sacados hasta las axilas, los codos doblados y la cabeza apoyada en ellos.
    • El socorrista sale y una vez fuera le da la vuelta de manera que quede de espaldas al borde de la piscina.
    • Agarra a la víctima por las axilas y le sube hasta que pueda sentarle en el borde.
    • Le saca las piernas y le tumba boca arriba para proceder con el reconocimiento de primeros auxilios y realizar las maniobras que se requieran.
    Aunque existen muchas más técnicas de salvamento acuático, estas son las más sencillas y no requieren una capacitación tan específica. Lo más importante es tener plena conciencia de la situación y no perder la calma, solo efectuar el salvamento si se está seguro de poder realizarlo correctamente y con éxito, ya que lo último que se quiere es que haya una víctima más.

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